Los sistemas de iluminación del vehículo son básicos para ver y ser vistos. Sobre todo ahora, con la llegada del otoño, cuando las horas de sol se acortan. No es un tema menor, tanto la calidad de las luces como su reglaje influyen directamente en nuestra seguridad.

Una buena iluminación nos facilita la conducción y avisa al resto de coches, peatones, ciclistas o motoristas de nuestra presencia. Las lámparas o bombillas deben sustituirse cada 50.000 kilómetros o dos años. Y los faros, proyectores de luz, deben ser de calidad para evitar que se quemen o rompan.

Por tu seguridad recuerda que la calidad de los recambios es fundamental para no poner en juego tu seguridad y la del resto.

Nuestro consejo: realiza un ajuste apropiado de los faros por la comodidad de conducción y el respeto hacia los demás usuarios. El haz de luz de cruce debe iluminar el camino contrario a la parte delantera del vehículo desde un mínimo de 30m hasta un máximo de 45m.